ALEGRE, SERENO Y CONVENCIDO EN LA VERDAD
UN REGISTRO PERSONAL DEL CARÁCTER DE MARTÍN LUTERO
Peter Mosellanus, quien presidía la disputa de Leipzig, nos ha dejado un retrato gráfico de Lutero, que capta la esencia de Lutero como hombre con extraordinaria exactitud. Mosellanus registró:
“Lutero es de estatura media, de cuerpo delgado y tan cansado por las cargas de la responsabilidad y el estudio que casi se pueden contar todos sus huesos. Se encuentra en la madurez plena de sus facultades. Su voz es clara y hermosa. Su conocimiento y su dominio de las Escrituras son tan extraordinarios que puede citar cualquier cosa de memoria a la perfección. Entiende el griego y el hebreo lo bastante bien como para emitir su propio juicio sobe el significado de las palabras y de las frases. Cuando habla, tiene una rica reserva de temas a sus órdenes y un inmenso bosque de pensamientos y palabras a su disposición. No hay nada altanero u orgulloso en él; sabe cómo adaptarse a las distintas personas y circunstancias. Siempre está fresco, alegre y relajado, con una agradable expresión en su rostro, independientemente de lo fuerte que le presionen sus enemigos; sencillamente no se puede evitar pensar que el cielo está con él en su poderosa labor. […] Durante el debate llevaba un ramo de flores en su mano, y cada vez que la discusión se enardecía, miraba sus flores y las olía”.
[Este extracto ha sido tomado del libro: 2000 Años del Poder de Cristo, Vol. 3, Renacimiento y Reforma, del Doctor Nick Needham. En breves semanas será publicado por primera vez en español, por Publicaciones Aquila].
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