Instituciones de la Religión Cristiana
LA RAZÓN POR LA CUAL CALVINO ESCRIBIÓ SU OBRA MAESTRA
Para justificar la quema de protestantes, Francisco I de Francia emitió una carta pública en 1535 en la que acusaba a los protestantes franceses de ser rebeldes políticos que intentaban derrocar al gobierno. Calvino sintió que debía defender a sus hermanos y hermanas perseguidos contra esta calumnia y, en marzo de 1536, publicó un breve libro que había empezado a escribir en Angulema llamado Instituciones de la religión cristiana, cuyo prólogo era una carta abierta a Francisco I. La misiva era una obra maestra; con dignidad y pasión, Calvino presentó la esencia de la posición protestante y reivindicaba a los protestantes franceses de las falsas acusaciones de Francisco I. Desde ese momento, el mundo consideró a Calvino, que tenía 26 años, como el supremo defensor del protestantismo francés.
El libro al que Calvino adjuntó la carta, las Instituciones, era un resumen ordenado de la doctrina y la vida cristianas tal como las entendían los protestantes. Era la presentación más clara, más elegante y mejor organizada de la teología de la Reforma y de la espiritualidad que se hubiese publicado jamás. Instituciones es la forma en español del libro en latín titulado Institutio, que tiene todo un abanico de significados: “instrucción”, “manual”, “resumen”. El libro fue un gran éxito, se vendió bien, y se publicó una segunda edición (muy ampliada) en 1539. A lo largo de su vida, Calvino siguió expandiendo y revisando las Instituciones; la edición final se publicó en 1559, y se convirtió en el libro de texto estándar de la teología reformada. Las Instituciones era una obra de brillantez tanto literaria como teológica a la vez, escrito en un hermoso latín y francés (hubo ediciones en ambos idiomas); las ediciones francesas tuvieron un notable impacto en el desarrollo futuro de la lengua francesa.
La edición final de las Instituciones de 1559 se dividió en cuatro libros. Calvino basó esta cuádruple estructura en el Credo de los Apóstoles, con sus cuatro aseveraciones centrales:
“Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra”
(Libro Uno: “El conocimiento de Dios el Creador”).
“Y en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor”.
(Libro Dos: “El conocimiento de Dios el Redentor en Cristo”).
“Creo en el Espíritu Santo”
(Libro Tres: “La forma en la que recibimos la gracia de Cristo”).
“Creo en la santa Iglesia Universal”
(Libro Cuatro: “Los medios externos o las ayudas por las cuales Dios nos invita a la sociedad
de Cristo”).
Al presentar de esta forma las Instituciones, Calvino estaba exponiendo una idea importante: Los protestantes no habían inventado nuevas doctrinas; sencillamente rechazaban los diversos errores que habían crecido en la Iglesia Católica Occidental durante la Edad Media, y regresado a la fe apostó¬lica pura de la Iglesia primitiva.
[El extracto anterior ha sido tomado del libro “2000 Años del Poder de Cristo. Volumen 3; Renacimiento y Reforma”, del Doctor Nick Needham]. Publicaciones Aquila. Todos los derechos reservados.




