En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti (Sal. 119:11).
Toda la riqueza de este mundo no puede convertirte en una mejor persona. Ser rico no implica ser bueno, como tampoco una persona pobre tiene por qué ser necesariamente mala. No hay absolutamente ninguna correlación. Un día, una adolescente insensata alardeó de que su novio era un tipo estupendo porque tenía un coche llamativo y un barco de recreo. Yo nunca vi la conexión.
Vea esta adivinanza: ¿Qué tesoro es invisible y aún así la gente sabe quien lo posee, por sus efectos positivos sobre la persona y sobre su vida? ¿Qué es lo que no se puede comprar con dinero y aún así es más valioso que todo el oro del mundo? ¿Qué es eso tan valioso que no puede agarrarse con las manos, y aun así muchos lo han cogido para su eterno bien? ¿Qué riqueza no puede verse con los ojos, pero puede almacenarse en un lugar secreto de donde nadie se lo puede llevar?