Ariel Rodríguez Díaz
«Los necios desprecian la sabiduría y la instrucción» (Proverbios 1:7).
¿Quien es el necio?
Observemos que este versículo usa el medio proverbial que se caracteriza por marcar un contraste entre la primera y la segunda parte del versículo.
Teniendo eso en cuenta, entonces debemos llegar a la conclusión lógica, de que el necio es aquella persona que está desprovista del temor de Dios.
Si el principio de la sabiduría es el temor del señor, entonces aquel que desprecia la sabiduría debe ser aquel que no tiene este temor.
El necio, dentro del contexto del libro de Proverbios, no tiene nada que ver con una persona que tiene un coeficiente intelectual bajo. El hombre necio es el hombre que ignora el carácter de Dios, y por lo tanto no puede temerle. O peor aún, es aquel que está consciente del carácter de Dios pero es voluntariamente rebelde a El.
El necio es aquel, que conociendo o no, quien Dios es, no puede y no quiere dar a Dios la reverencia y el honor que su carácter merece. Los necios a los que se refiere este pasaje, son los rebeldes y los indiferentes a la palabra de Dios y a su gobierno.
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